lunes, 30 de junio de 2014

CAPÍTULO 31

Después de dos horas de operaciones y números, muchos números, Lucas decidió irse. Mi madre le ofreció quedarse a cenar, pero Lucas negó y dio las gracias por todo. Decidí acompañarle hasta su casa.

(Narra Carlos)

Al cabo de un rato, cuando anocheció, las chicas se fueron y me quedé solo. Decidí llamar a Ana para ir a dar un paseo o algo, pero no lo cogió. Que raro. Volví a llamar. Nada, no lo cogía. Que extraño. A lo mejor estaba dormida, aunque no creo. Era Viernes así que no podía estar dormida tan pronto.

Decidí no insistir mas y simplemente mandarla un Whatsapp:

"Ana, ¿Donde estás? Te he llamado pero supongo que no estás o no puedes cogérmelo. Era para saber si te apetece dar una vuelta por aquí cerca. Te quiero"

De todas formas, estaba agobiado de estar tanto tiempo en casa así que salí un poco a tomar el aire. Me abrigué bastante puesto que estábamos en pleno otoño.

(Narro yo, Ana)

Hay un silencio neutral hasta que me decidí a hablar. Raro en mi, si, pero lo hice:

-¿Bonita noche, verdad? - dije sonriendo
-Si, tienes razón - dijo el, dirigiendo su mirada al cielo - Y mira que luna más bonita - añadió señalando hacia arriba
-Es verdad - dije y dirigí mi mirada a la luna. Aunque noté la mirada de Lucas sobre mi. - ¿Que? - dije volviéndome hacia el y río
-¿Que? Ah, no. Nada. - noté como sus mejillas se tornaron de un color carmesí - Lo siento. Te he incomodado
-No, no es eso. Es que me siento rara si me miras así ¿Tengo monos en la cara o algo? - dije irónica, a lo que el rió. Tenía una risa bonita, la verdad. Preciosa. ¿Pero que estoy diciendo? - Por cierto, gracias por las 'clases', gracias a ti lo entiendo todo mejor. Y lo siento. Se que suelo ser un poco terca y por eso hemos estado tanto tiempo con la misma operación
-Ah, no ha sido nada. Y no te preocupes, a mi me suele pasar. Se me mete en la cabeza que una cosa es de tal manera y por narices tiene que ser así - rió
-Y.. si no te importa que te llame la próxima vez que haya examen... Para repasar y eso
-Ah, no te preocupes. Si tienes cualquier duda me llamas
-Gracias
-De nada... Mira ya hemos llegado - alzó el dedo. Fijé la mirada en su casa y abrí la boca formando una perfecta 'O'.

La casa era enorme. Y cuando digo enorme, quiero decir ENORME, con todas las letras. Y eso que todavía no la había visto por dentro.

-Bueno, pues... aquí nos separamos - dije y le di dos besos
-Si... adiós. No dudes en llamarme si tienes alguna duda
-Tranquilo, lo haré - sonreí y me despedí con la mano. Me fui alejando poco a poco cuando...
-Ana... - dijo Lucas, casi gritando por la distancia que nos separaba
-¿Si? Dime - me giré hacia el
-Eh... ah, no. Nada. - se rascó la nuca e hizo un gesto con la mano. Entró en su casa.

                                 --------------------------------------------

{Para leer esta parte me gustaría que escucharais esta canción: https://www.youtube.com/watch?v=-dtf_nFTPLg (No sé porque pero me ha gustado mucho como queda esta parte mientras lo escuchas así que...)}

                                  ---------------------------------------------

Subí la cremallera de la chaqueta que llevaba puesta, estaba empezando a hacer mucho frío. A lo lejos vi a una persona. Se iba acercando cada vez más. Al principio me asusté, pero conforme se acercaba me di cuenta de que se trataba de Carlos.

-¿Ana? - dijo el
-¿Carlos? - dije yo y corrí a sus brazos. Le abracé y le di un beso corto
-¿Donde has estado? Te he estado llamando, creía que te había pasado algo - me besó y sonrió. Dude si decirle que había estado con Lucas, al final decidí decirlo. ¿Por qué no?
-Vengo de casa de Lucas - se quedó callado
-¿Que? ¿Has estado toda la tarde con él?
-Si... me ha ayudado con las mates y eso
-Ah... - Se apartó de mi delicadamente. Se hizo el silencio. - ¿Y que tal con él? Quiero decir que si te has aclarado con lo de las mates. El otro día estabas hecha un lío, pero no pude ayudarte - forzó una sonrisa. Volvió a cogerme de la mano. Otra vez silencio. Bastante incómodo la verdad.

Mientras caminábamos ninguno hablaba. Me di cuenta de que nos dirigíamos a mi casa ¿Pero Carlos no quería dar un paseo? De verdad que no hay quién entienda a este chico.

-Carlos ¿Donde vamos? - pregunté. Tardó un poco en contestar
-Bueno, he pensado que estarías cansada y creo que lo mejor es llevarte a tu casa ¿no?
-¿Y quién te ha dicho que estoy cansada? - tiré de su mano y nos corrí a un lugar lejos de mi casa.

 El parque. Hemos pasado tantos momentos allí... Me senté en uno de los bancos y él hizo lo mismo. Nuestras manos seguían entrelazadas pero el tenía la mirada perdida. Esa preciosa mirada.

No dije nada. Simplemente tiré de su mano levemente, atrayendolo hacia mi. Él tenía intención de comenar una conversación, pero no le dejé. Le besé dulcemente. Se separó de mi delicadamente. Rodeé su cuello con mis brazos
-Que... - le volví a besar.
-No tienes que preocuparte por Lucas - susurré en su oído - Ya te he dicho que es un amigo y nada más.
-Ya lo sé pero... - agachó la cabeza. Me levanté y me puse delante de él.
-Creía que eso ya había quedado claro. Ya te dije que solo te quiero a ti. Estoy enamorada de ti y siempre lo he estado, no sé por qué lo dudas - levantó la cabeza y me miró. Sonrió y entrelazó sus dedos con los mios. Me atrajo hacía el hasta que me encontré sentada sobre él, de lado.
-Ya lo sé Ana, pero es que... mira, si estoy así es porque tengo miedo a perderte - hizo una pequeña pausa - Se que es una tontería pero... Lo siento
-Carlos, no estoy enfadada, pero me molesta que no me creas y... - no me dejó terminar. Juntó sus labios con los míos y nos fundimos en un cálido y lento beso en esa fría noche de otoño
-Te quiero - me abrazó fuertemente. Apoyé mi cabeza en su pecho. Empezó a juguetear con mi pelo. Pude notar como sonreía. - Te quiero mucho

.  .  .  .  .  .  .

Al cabo de un rato nos levantamos de aquel banco, ya que estaba empezando a descender la temperatura. Carlos, inmediatamente me cogió de la mano, pues hacía mucho frío. Me metí la otra mano en el bolsillo. Carlos me acompañó a casa. Saqué las llaves y abrí la puerta. Las luces estaban apagadas así que mis padres estarían dormidos.

-Carlos - dije muy bajito para no despertar a mis padres - Ven, entra anda
-No, yo me tengo que ir ya - dijo él en un susurro
-Jo, anda quédate por favor - le abracé
 -Está bien pero, ¿Por que hablamos tan bajito?
-Mis padres están durmiendo y no quiero despertarles
-Ah, vale

Subimos a mi habitación haciendo el menor ruido posible y nos quitamos las chaquetas. Me senté sobre la cama y Carlos se puso frente a mí. Yo le cogí de la muñeca, le acerqué mas a mí y le besé. Noté como sonreía.

A los pocos segundos, Carlos ya estaba sobre mi, con las manos apoyadas en el colchón. Me besó. Ninguno de los dos hablábamos, tampoco hacía falta. Noté su cálido aliento en mi cuello y mi corazón se aceleró. Sus besos fueron recorrieron mi cuello lentamente. Me estremecí.

-Te quiero tanto - susurró


No hay comentarios:

Publicar un comentario