domingo, 27 de abril de 2014

CAPÍTULO 21

Al cabo de un rato tres chicos bastante altos se acercaron a nosotros.


Eran bastante altos, aunque a Carlos solo le sacaban una cabeza. La verdad es que tenían cara de pocos amigos.

Los chicos se acercaron a nosotros y uno de ellos, el mas alto de todos le dio un puñetazo a Carlos, que acto seguido calló al suelo y empezó a sangrarle el labio.

-Como vuelvas a tocar a mi novia te arruinaré la vida - dijo el chico
-¿Que? ¿A que te refieres? - dijo Carlos, tocándose el labio
-¿Pero que hacéis? - dije yo mientras me agachaba con Carlos para mirarle la herida
-¿Esa es tu novia, no Wein? - dijo el chico mientras se acercaba a mi y me cogía de la barbilla - Pues como te atrevas a tocar a mi chica otra vez, no quieras saber lo que la haré
-¿Pero de que hablas? - dijo Carlos

Carlos se levantó de su sitio, todavía con la mano en el labio y se dispuso a pegar un puñetazo al muchacho.

-No, Carlos - dije yo cogiéndole de la mano
-Ya me has oído - dijo el chico y se alejó junto con los otros dos corriendo


Llevé a Carlos a casa para curarle la herida del labio. Entramos en mi casa y fui al baño a por el botiquín. Luego subí a mi habitación con Carlos, el se sentó en la cama y fui dándole leves toques en la herida del labio con algodón y un poco de alcohol.

-¿Conoces de algo a ese chico? - dije yo mientras intentaba curarle un poco la herida
-La verdad es que no, lo único que se es que va a nuestro instituto, porque le he visto alguna vez. Pero nunca he hablado con el - dijo el, algo extrañado
-Y entonces... ¿Que quería?
-Pues... la verdad es que no lo se... ¡ay!
-Perdón ¿Te he hecho daño?
-No, no es nada. Tranquila
-Uf... Menos mal
Carlos se acercó para besarme, pero me aparté 

-Carlos, si me besas te dolerá mas el labio
-¿Que? Nah, no creo - se levantó de la cama y me agarró de la cintura - Si eres tu la que me besa no me hará daño

Y dicho esto intentó volver a besarme, pero me aparté. Reí.

-¿Con que esas tenemos eh? - dijo el, con una pícara sonrisa
-Mmm... si - dije yo y volví a reír

Carlos corrió detrás de mi, yo le esquivé y corrí por mi habitación. El siguió persiguiéndome por la habitación.

-Ven aquí pequeñaja - dijo riendo
-No, no - dije mientras le esquivaba

Al cabo de un rato Carlos me alcanzó, me cogió de la cintura por detrás, me di la vuelta quedándome frente a el y me levantó del suelo. Yo subí mis piernas a su cintura, y el me cogió mas fuertemente de la cintura para que no me cayera. Me puso contra la pared y apoyó su frente contra la mía.

Después de esto me besó dulcemente, hundí mis manos en su pelo y el bajó mis manos a mis muslos. Carlos cada vez me besaba con mas ganas. Me dejó en el suelo y siguió besándome.

Me separé de el y respiré un poco, aquel beso me había dejado sin aliento.

-¿Te ha dolido? - dije sonriendo
-Un poco - dijo el y me volvió a besar - Pero la felicidad que siento al besarte hace que el dolor desaparezca
-Anda tonto

El seguía con la mano sobre mi cintura, me acercó mas a el.

-No me dejes nunca - me dijo al oído
-Nunca - dije yo y sonreí

Me besó lentamente y sonrió.

-Te besaría la misma cantidad de veces que he respirado - dijo el
-No creo que puedas - dije yo
-¿Ah no?

Carlos me cogió en brazos, me sentó sobre la mesa, se colocó entre mis piernas y empezó a darme besos por el cuello mientras acariciaba suavemente mi pierna.

-Te amo - dijo el suavemente en mi oído


.  .  .  .  .

(Narra Carlos)

Al día siguiente, cuando me desperté, tenía a Ana a mi lado, con sus brazos rodeando mi cintura. Sonreí. Estaba tan preciosa cuando dormía.

Miré el reloj. Eran las siete y media. Tenía que despertar a Ana, ya que era Lunes y tocaba volver a la rutina.

-Buenos días, pequeñaja - la susurré al oído. Ella todavía estaba rodeando mi cintura - Despierta o llegaremos tarde

Ella se despertó al momento, sonrió y me besó.

-Buenos días feo - dijo ella

Desayunamos, cogimos nuestras mochilas y fuimos al instituto. Acompañé a Ana hasta la puerta de su clase y me despedí de ella. Después me dirigí a mi clase. Ahinoa estaba en la puerta.

sábado, 19 de abril de 2014

Capitulo 20

CAPITULO 20


Mis padres abandonaron la habitación. Carlos y yo nos reímos muy bajito para que mis padres no nos escucharan. Me dio un beso en la frente y me abrazó mas fuertemente.

El seguía con el pelo mojado por la lluvia. Teníamos frío así que abrimos la cama y nos metimos bajo las sábanas.

-Vaya interrupción la de tus padres ¿no? - dijo riendo
-Pues si - dije entre risas
-Pero ahora no hay nada que nos interrumpa 

Carlos puso una sonrisa maliciosa.

-No Carlos, ahora no - dije yo riendo
-¿Por que no? 
-Porque estoy cansada
-Bah, venga pequeñaja. Siempre pones la misma escusa - dijo poniendo morritos

Yo me giré y me quedé de espaldas a el. Carlos seguía con las manos alrededor de mi cintura.

-Anda feo, vamos a descansar - dije riendo
-Pues me da a mi que no vas a descansar mucho conmigo aquí
-¿Ah si? ¿Y eso por qué?
-Por esto 

Carlos empezó a besarme el cuello. Intente resistirme pero no pude.
Sus labios fueron bajando por una parte de mi espalda que mi vestido dejaba al descubierto. Mi corazón se aceleró. Hasta ahora no me había pasado. Me volví a dar la vuelta y me quedé frente a el. Estábamos a pocos centímetros. El me besó dulcemente y yo hundí mis manos en su pelo

-¿Con que estabas cansada eh? - dijo el riendo - No me lo creo
-Anda feo, vamos a dormir - dije yo
-Bueeeeeeno, vale

Carlos empezó a cantarme "My mistakes" al oído. Ya estaba acostumbrada, pero seguía poniéndome la carne de gallina. Era inevitable, su voz seguía siendo igual de increíble que el día que le conocí.

Al poco tiempo me quedé dormida.

(Narra Carlos)

Ana tenía sueño, así que empecé a cantarla "My mistakes" al oído. Noté como se le erizaba la piel ¿Sería eso por mi voz? Al poco tiempo se quedó dormida. Estaba sonriendo. La acerqué mas a mi. Tenía sus brazos rodeando mi cintura. Sonreí.

Después de lo de esta noche tengo claro que quiero tenerla a mi lado el resto de mi vida. No importa los palos que me peguen, yo seguiré ahí con ella.

.  .  .  .  .  .  .  .

(Narro yo, Ana)

Al día siguiente cuando me desperté, Carlos ya no estaba. Me levanté de la cama y levanté lo brazos para estirarme un poco.
Noté unos brazos que alguien me rodeaba la cintura por detrás y me daba un beso en la mejilla.

-¡Buenos días pequeñaja! - dijo una voz dulce, era Carlos. Por supuesto.
-Buenos días feo - dije yo y le besé - ¿Donde estabas?
-Ah, es que he tenido una pequeña pesadilla y me he levantado porque no conseguía volver a dormirme
-¿Una pesadilla? ¿Que pesadilla?
-Oh, nada importante pequeñaja, no te preocupes. Anda vamos a desayunar.
-Si, será lo mejor. Seguro que mis padres ya nos están esperando abajo

Y así era. Mis padres estaban abajo esperándonos.

-Bueeeeenos dias tortolitos - dijo mi madre - ¿Que tal habéis dormido? Supongo que bien - soltó una risita
-Si, bastante bien... - dije yo

Mi madre volvió a reír. Supongo que lo pregunta por como nos vio ayer. Pienso que mi madre nos vio así y me sonrojé.

Era domingo así que desayunamos tranquilamente y luego nos fuimos a dar una vuelta.

Al cabo de un rato tres chicos bastante altos se acercaron a nosotros.

viernes, 18 de abril de 2014

CAPÍTULO 19

Carlos me acercó más a el y me dio un dulce beso en los labios. Nos separamos y yo le volví a besar, pero esta vez con muchas ganas.

Las lágrimas empezaron a descender por mis mejillas, pero esta vez de alegría.

-Eh, pequeñaja ¿Que te pasa? ¿Estas triste por algo? - dijo el preocupado
-No - dije yo - Es que cuando te vi besándote con esa chica, pensé que habías roto tu promesa
-¿Que promesa?
-Aquel día, cuando me prometiste que no me dejarías por nada del mundo... - no me dejó terminar
-..Porque tu eres mi mundo - terminó de decir el - Y no lo haré, no te dejaré nunca.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo - dijo alzando el dedo meñique en señal de promesa. Crucé mi dedo meñique con el suyo - Ahora tengo que volver al concierto, pero cuando termine vuelvo contigo
-Vale

Sonreí y el fue corriendo al escenario. Ahora se le veía mas alegre. Eso me encantaba. Cantó varias canciones (Titanium, She's so electric, Saber...) y luego bajó del escenario para dar paso al siguiente artista.

Carlos corrió hacia a mi, que estaba entre la gente del concierto. Nos alejamos de aquel lugar y fuimos a dar un paseo.

Carlos me dio un beso en la frente y me cogió de la mano.

-Echaba de menos los días así, contigo - dijo el
-Y yo - dije o y sonreí

De repente comenzó a llover, corrimos hacia mi casa a toda prisa para no mojarnos.

Fuimos a casa mi casa, no había nadie. Nos quitamos los zapatos, que estaban mojados por la lluvia. Subimos a mi habitación y cerramos la puerta.

Carlos sonrió maliciosamente y comenzó a besarme el cuello. Yo me estremecí. Empecé a desabrochar su camisa.

El me tumbó en la cama, se colocó sobre mi y siguió dándome besos por el cuello, lentamente. Eso me hizo sentirme especial.

Terminé de desabrochar su camisa y el se la quitó y la tiró al suelo. Después me besó dulcemente pero con muchas ganas.
Me trataba con delicadeza y eso me gustaba.

Carlos me desabrochó la cremallera del vestido. Al principio no quería, pero al final cedí. El vestido calló lentamente y yo me tapé con mis brazos.

-Ey, ¿Pasa algo pequeñaja? - dijo el poniéndome un mechón de pelo detrás de la oreja
-No... es solo que... - dije yo agachando la cabeza. Todavía tenía los brazos sobre mi cuerpo, para que no se viera - Es que yo... No te gustaría este cuerpo, no...
-Eh, ¿Y por que no me iba a gustar?
-Porque es horrible. Es un cuerpo desaliñado, sin curvas... Tengo 14 años pero aparento tener 10
-Eh - dijo mientras me cogía de la barbilla y me levantaba la cabeza - No eres horrible, eres preciosa. No lo olvides. Eres increíble y no tienes porque estar avergonzada. Eres perfecta tal y como eres. - sonrió

Cogió mis brazos y los apartó de mi cuerpo. Me cogió de la cintura.

-¿Ves? No hay nada de lo que avergonzarse - dijo me volvió a besar

Terminé de quitarme el vestido. Carlos seguía sobre mi. Me observó de arriba a abajo con sus penetrantes ojos azules.

Sus labios volvieron a besar mi cuello y fueron bajando hasta llegar a mi tripa. Sus labios rozaban mi tripa lentamente mientras acariciaba mi pierna suavemente. Yo me estremecí y reí. Cada roce suyo me ponía la carne de gallina.

Carlos se acercó a mis labios para besarme, pero yo me di la vuelta, quedando yo encima de Carlos.

-Ahora me toca a mi - dije riendo
-Está bien - dijo el, sonriendo

Comencé a besar sus abdominales con dulzura. El se estremeció y me cogió por la cintura. Sonrió levemente.

Me apoyé sobre su pecho y el empezó a acariciar mi espalda desnuda.

-Estaría así contigo todo el día

De repente escuchamos un ruido que provenía de la parte de abajo. Alguien estaba abriendo la puerta.

-Anaa, ya hemos llegado - era la voz de mi madre

-Oh, oh... - dije yo

Carlos  y yo nos pusimos la ropa  rápidamente y disimulamos. Nos tumbamos en la cama e hicimos como que dormíamos. Carlos me cogió de la cintura y me acercó mas a el.

-Carlos ¿Que haces? - dije yo - Mis padres nos verán
-¿Y que? - dijo el, sonriendo - No creo que les importe

 Asentí y apoyé mi cabeza en su pecho. Cerré los ojos.

Los pasos de mis padres se iban acercando. Alguien abrió la puerta de la habitación.

-Aaaaww, pero mírales, que monos son - susurró mi madre para no "despertarnos".
-¿Les despertamos? - dijo mi padre
-No, déjales, déjales. Será mejor que no les despertemos. Ya avisaré a Macarena para decirle que Carlos está aquí

Mis padres abandonaron la habitación. Carlos y yo nos reímos muy bajito para que mis padres no nos escucharan. Me dio un beso en la frente.

miércoles, 16 de abril de 2014

CAPÍTULO 18 

.  .  .  .  .  .  .  . 

Al día siguiente, a las seis, me preparé para el concierto. Me puse el vestido que me había comprado el día anterior y me maquille un poco.

Me dirigí a la plaza, estaba a rebosar, pero localicé fácilmente a las chicas. El concierto empezó a las siete. Vinieron artistas muy conocidos tanto nacionales como internacionales.

-Y ahora.... - dijo el presentador del concierto, muy animado - Un chico que conquistó a las adolescentes por su gran sensibilidad al cantar... Todo un seductor al piano... El finalista de 'La Voz Kids'...
-Oh no - pensé - Seguro que ese es...
-CAAAARLOOOS WEEEEEINBERRG - gritó el presentador

El presentador dio paso a Carlos, que saltó al escenario con muchas ganas. Lo que me faltaba.

Carlos se puso frente al escenario y comenzó a cantar "She's so electric". Su voz era tan increíble como siempre. Pero en esos momentos no me apetecía nada verle, y menos escucharle. 

Me abrí paso entre la multitud mientras el seguía cantando. Finalmente salí de allí, me fui lejos.

(Narra Carlos)

Divisé a Ana entre la multitud y eso me dio fuerzas para cantar. Canté "She's so electric", que fue la canción que le canté cuando nos conocimos. Vi como Ana se alejaba y se iba de aquel lugar. 

Intenté seguir cantando con normalidad. Todo fue bien hasta que en el estribillo se me quebró la voz. No podía seguir cantando, no con ese peso que cargaba sobre mi.

Finalmente rompí a llorar. Las Weiners que estaban allí gritaban:

-¡Carlos, guapo, no llores!
-¡Vamos Charly anímate!

Pero ya no podía mas, y dije:

-Lo siento, pero no puedo seguir cantando

Dejé el micro en el escenario y corrí hacia donde había ido Ana.

(Narro yo, Ana)

Me alejé bastante del escenario cuando oí unos pasos detrás de mi. Era Carlos.

-¡Ana! Por favor déjame explicarte lo que viste ayer, se que eso no cambiará nada pero así por lo menos sabrás la verdad - dijo el, ahora sus preciosos ojos azules estaban rojos e irritados de tanto llorar
-¿Y que tienes que explicarme? No hay nada que explicar Carlos - dije yo llorando

En ese momento, Carlos me cogió del brazo.

-Ana, solo escúchame. Verás aquella chica con la que me vistes el otro día... Era mi novia. El día que te conocí, yo todavía estaba saliendo con ella. Pero cuando te conocí, sentí algo que no había sentido nunca. Sentía una especie de mariposas en el pecho. 
-Pero... ¿Entonces que hacías con ella aquel día?
-Yo... Corté con ella, porque te quería a ti Ana. Solo a ti.

No pude aguantarlo mas y le abracé fuertemente. El me rodeó la cintura con sus brazos y me acercó mas a el.

-Te quiero solo a ti, pequeñaja ¿Me oyes? - dijo el
-Si, y yo feo, y yo

Carlos me acercó más a el y me dio un dulce beso en los labios. Nos separamos y yo le volví a besar, pero esta vez con muchas ganas.
CAPÍTULO 17

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(Narro yo, Ana)

Al día siguiente, me levanté sin ganas de nada. Por suerte, era viernes así que iría hoy al instituto y luego durante dos días, me olvidaría de todo.

Preparé la mochila, me vestí y desayuné.

Por el camino, no paraba de pensar en Carlos. Sabía que me había mentido, pero una parte de mi quería estar con el. Quería volver a besarle, quería sentirle cerca de mi.

Cuando llegué al instituto, entré en clase y me senté en mi sitio de siempre. Las chicas se acercaron a saludarme, como cada mañana.

-Hooolaa - dijo Alba
-Hola - dije yo, sin muchas ganas
-Eh, ¿Por que esa cara tan larga?  dijo Miriam
-¿Eh? Ah, no nada. Es que... Carlos
-¿Que? ¿Que te ha echo ese idiota? - dijo Paula
-Venga Ana, somos tus amigas, sabes que puedes confiar en nosotras - dijo Alba
-Es que... Ayer... vi a.. Carlos besándose con una chica y... - dije yo, no pude contener las lágrimas. Me volví a derrumbar
-Anda, ven aquí - dijo Alba mientras me abrazaba fuertemente - Ya te lo dije, es un famosillo. El no te merece. Además, seguro que hay chicos mucho mejores.

Alba tenía razón. Hay chicos mucho mejores, pero para mi, el mejor era Carlos. Le quería, le quería mucho.

Las clases pasaron muy despacio. Matemáticas, Lengua, Geografía.... Aunque yo tenía otras cosas en la cabeza así que no hice ni el menor caso a mis profesores.

Cuando terminaron las clases salí todo lo rápido que pude del instituto. No quería encontrarme con Carlos. Demasiado tarde. El corría hacía mi.

-¡Ana! ¡Por favor espera! - dijo el
-Carlos, ya te lo dije. Dejame en paz. No me dirijas la palabra

Quería llorar, pero no lo hice. Tenía que ser fuerte. Carlos me cogió por la cintura, me acercó mas a el... Y me besó.

Yo me separé de le bruscamente.

-Carlos, para ya esto - dije yo, intentando contener las lágrimas- Deja de jugar conmigo
-Pero...
-Eh, tu. Ya la has oído, no quiere estar contigo, así que piérdete - dijo Alba, que se dirigía hacía nosotros
-Solo quiero explicarla que...
-No tienes que explicar nada - interrumpió Alba - La has echo mucho daño. Piérdete.
-Ana, por favor, escúchame

Ni siquiera me digné a mirarle. Miré hacía otro lado. Con eso le hice saber que no quería verle.

Carlos se fue. Y me quedé sola con las chicas.

-Ana, hemos pensado que podrías venirte con nosotras de compras esta tarde. - dijo Miriam - Así te olvidarás un poco de todo esto
-Esta bien - dije yo
-Vale, nos vemos a las cinco en el centro comercial - dijo Alba
-Vale, allí nos vemos

Llegué a mi casa, allí me esperaba mi madre para comer y  preguntarme que tal el día. Lo de siempre.

A las cinco mi madre me llevó al centro comercial donde me encontré con las chicas. Gracias a ellas conseguí olvidarme de lo de Carlos porque no paraban de decir cosas como:

"Ana, mira pruébate esto, te quedará genial"

"Ana, mira que vestido tan bonito"

"Ana mira ven, estos vaqueros son lo mejor"

"¿Que tal me queda esta camiseta?"

Fue una tarde increíble la verdad. Nunca me lo había pasado tan bien... Excepto cuando estaba con Carlos.
"Ay, Ana deja de pensar en ese idiota" me dije a mi misma

Cuando ya se hizo tarde me despedí de las chicas y me fui a mi casa.

-Hombre hija, ya estás aquí ¿Que tal te lo has pasado? - dijo mi madre
-Muy bien - dije yo con una amplia sonrisa

Subí a mi habitación y miré un poco las redes sociales y vi que tenía varios mensajes de Carlos, decidí ignorarle.
También tenía un par de mensajes del grupo que tenía con Paula, Alba y Miriam:

Paula: "Heeey, mañana hay concierto en la plaza ¿Quien se apunta?"
Alba: "Cuenta conmigo, ya sabes que a mi me va la fiesta."
Alba: "Además así podré estrenar el vestido que me compré ayer"
Miriam: "Yo también voy :)"
Paula: "¿Y tu que, Ana? ¿Te apuntas?"
Alba: "Pues claro, si aunque no quiera admitirlo... es una fiestera"
Yo: "Esta bien, esta bien. Iré"
Miriam: "Bien, pues nos vemos mañana en la plaza a las siete de la tarde"
Todas: "Valeee"

CAPITULO 16

Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos y a descender por mis mejillas.

-Pequeñaja... puedo explicártelo... - dijo el
-No, no puedes - dije yo llorando

En ese momento eché a correr. No me importaba a donde iba, lo único que quería era estar lejos de Carlos. El corría detrás de mi para intentar alcanzarme. Al final lo consiguió y me cogió del brazo.

-Por favor pequeñaja... Déjame explicártelo - dijo el, llorando
-No... no hace falta que me expliques nada - dije yo, no podía contener las lágrimas
-Por favor pequeñaja
-NO ME VUELVAS A LLAMAR PEQUEÑAJA - dije, casi gritando - Todo este tiempo... Me has estado mintiendo.... No me lo creo... -  las lágrimas seguían cayendo por mis mejillas - Este había sido uno de los mejores veranos de mi vida... Pero todo era una mentira. Fui una estúpida por confiar en ti
-Por favor Ana... déjame decirte lo que de verdad ha pasado - dijo el, todavía seguía agarrándome del brazo
-¿LO QUE DE VERDAD HA PASADO? Lo que de verdad ha pasado es que me has estado engañando - dije yo, estaba entre enfadada y triste, tenia un nudo en el pecho - Alba tenía razón, sois todos iguales

Me solté bruscamente de la mano de Carlos y corrí hasta mi casa. Carlos me seguía, pero me daba igual.

Todo lo que me había dicho durante este verano... Había sido una mentira.

Mientras corría, iba recordando el verano que había pasado con Carlos. Todos esos besos, esos abrazos...


*Flashback*

"-Buenos días pequeñaja"

"-Hola pequeñaja, ya te echaba de menos"

"-Verás, aquel día en la firma, vi algo especial en ti, vi que no eras como las otras chicas, no sé. Y... los días después de la firma.. cuando quedé contigo... sentí que el corazón se me aceleraba... nunca había sentido nada parecido con una chica."

"-Te quiero, y eso no va a cambiar nunca"

*Fin del flashback*


Cuando llegué, abrí la puerta, entré y cerré la puerta detrás de mi. Me quedé con la puerta a la espalda. Oía a Carlos suplicar a través de la puerta

-Ana, por favor déjame explicártelo. Por favor... - se le quebró la voz - Por favor

Oí como daba un leve golpe en la puerta y sus pasos se iban alejando.

Subí a mi habitación y dejé la mochila.

Unos minutos después llegó mi madre.

-Hola holaaa - dijo mi madre, tan alegre como siempre
-Hola - dije yo sin muchas ganas
-Hija, ¿Que te pasa? Tienes mala cara ¿Y esos ojos? ¿Has llorado? - dijo mi madre preocupada
-Eem.. No no, tranquila... Será por la alergia...
-Mmm... no se porque pero no te creo...
-Tengo un poco de sueño... Me voy a dormir - fui muy cortante y borde, lo sé pero no me apetecía hablar de esto con mi madre

Subí a mi habitación y me metí en la cama. Quería olvidarme de todo este asunto. De Carlos y de aquella chica. Pero no podía. No podía dejar de pensar en ese pelo castaño, en esos preciosos ojos azules, en ese madrileño que me robó el corazón, y que comenzó siendo mi ídolo pero que acabó convirtiéndose en mucho mas.

No aguantaba más. Me eché a llorar, no podía dejar todo este sufrimiento en mi interior. Tenia que 'echarlo' de alguna manera.

Al final acabé durmiéndome, estaba demasiado agotada

(Narra Carlos)

Ana me cerró la puerta, intenté convencerla de que me escuchara pero no a habido manera. Soy idiota, en realidad todo esto es por mi culpa. Tendría que habérselo dicho cuando nos conocimos. Pero ahora lamentarse ya no sirve. Ahora ella me odia.

Cuando llegué a casa, mi familia ya estaba en la mesa, comiendo.

-Hola, Carlos. Te estábamos esperando. Has tardado mucho. Vamos siéntate a comer - dijo mi madre sonriendo
-No, mama.  Es que no me encuentro bien. Mejor subo a mi habitación.
-Esta bien

Subí a mi habitación y cerré la puerta.

Me senté en la cama y apoyé mi cabeza sobre mis manos. ¿Por que había sido tan estúpido? Ana estaba sufriendo por mi culpa. Yo la quería pero comprendo perfectamente que no quiera estar conmigo. Soy un estúpido con todas las letras.

No pude evitarlo. Apoyé mi cabeza en la almohada y me puse a llorar. Se que eso no solucionaría nada, pero necesitaba desahogarme. Yo quería a Ana. Durante este verano en lo único en lo que he pensado ha sido en ella. Solo quería abrazarla, besarla, tocarla, hacerla mía. Y lo demás no me importaba mientras estuviera con ella.

.  .  .  .  .

martes, 15 de abril de 2014

CAPÍTULO 15

Yo reí ante aquel comentario de Alba y la seguí hasta la clase. La verdad es que Alba tenía razón. El profesor era un plasta. Pero era majo cuando quería.

Cuando se acabó la clase, me despedí de Alba y las demás y salí del edificio.

Salí del instituto y esperé a Carlos. Tardó un poco, pero al final llegó. 

-Has tardado mucho eh - dije señalando mi reloj
-Lo siento, es que a última hora teníamos 'Tutoria' y el profesor se ha enrollado un montón. - dijo el
-Bah, no pasa nada feo, era una broma - dije y el besé

El sonrió. Fuimos a mi casa juntos. El camino transcurrió entre risas y bromas sobre los profesores.

-Por cierto pequeñaja - dijo el
-Dime - dije yo
-Mañana no voy a poder acompañarte al instituto. Espero que no te importe...
-No te preocupes, no importa
-¿Sabrás ir y volver tu sola? - bromeó Carlos
-Anda tonto - dije riendo
-Hasta mañana pequeñaja - dijo el y me besó

Entré en mi casa y me despedí de el.

. . . . . . .

Al día siguiente fui sola al instituto, porque como me había dicho Carlos hoy no podría acompañarme.

La verdad es que últimamente estaba un poco raro, no sé, no era el mismo de antes. ¿Que le pasaría? ¿Estaría bien?

Entre todas estas preguntas no me percaté de que ya había llegado al instituto. Cuando sonó el timbre entré en clase y entró mi profesor de Matemáticas. Justo lo que me faltaba. Matemáticas. Con lo que me gustan a mi las mates. Espero que se haya notado la ironía.

Las clases en general pasaron muy despacio, aunque la verdad es que casi no hacía caso. Estaba inmersa en mis pensamientos.

Cuando sonó el timbre que indicaba el final de la jornada, recogí los libros y salí de clase. Busqué a Carlos. Quería saber lo que le pasaba. Necesitaba que me dijera porqué estaba tan raro.

 Pero nada, ni rastro de el.

O se había esfumado o directamente no había venido al instituto. Esto me preocupó aún mas. Finalmente decidí irme a mi casa.

De camino a mi casa, estaba inmersa en mis pensamientos mientras miraba al suelo. No prestaba atención a nada de lo que pasaba a mi alrededor.

De repente oí unas voces, que provenían de una calle muy estrecha, parecía que estaban discutiendo.

Sabía que no debía meterme donde no me llaman, pero era muy curiosa así que decidí acercarme sigilosamente.

Conforme me acercaba la voz me resultaba muy familiar. Era Carlos. Estaba discutiendo con una chica. Tenía el pelo largo, rizado y rubio. Era bastante alta y no solo porque llevara unos tacones increíblemente altos, era casi tan alta como Carlos. Iba muy maquillada y cuando digo muy, quiero decir MUY con letras mayúsculas.

Estaban discutiendo, intenté oír lo que decían:

-Lo siento Ainhoa pero...
-No, por favor, Carlos... no...

En ese momento la chica se abalanzó sobre Carlos, sin darle tiempo a reaccionar.... Y le besó.

Yo me quedé paralizada. ¿Que había pasado? Carlos intentó separarse de la muchacha, pero esta no le dejaba.

Carlos se percató de mi presencia y se separó de la chica.

Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos y a descender por mis mejillas.

-Pequeñaja... puedo explicártelo... - dijo el

CAPÍTULO 14

Fui subiendo por su cuello hasta que sus labios rozaron los míos y le volví a besar. 

De repente, a Carlos le sonó el móvil. Seguramente sería un mensaje. Desbloqueó el móvil y esa preciosa sonrisa que tenía se le borró de la cara. Se puso serio. 

-¿Pasa algo? - pregunté yo, preocupada
-No, nada pequeñaja. No te preocupes - dijo el. Seguía serio, se limitó a contestar el mensaje y se guardó el móvil. Sonrió, pero había algo en su sonrisa que no estaba bien.
-¿De verdad estás bien? - dije yo cogiéndole de la mano - Se te ve preocupado
-Que si pequeñaja, no te preocupes - dijo el dándome un beso en la frente

Al rato, volvimos. Carlos me acompañó a casa y se despidió de mi.

-Adiós pequeñaja - dijo y me besó
-Adiós feo - dije yo sonriendo

.  .  .  .  . 


El verano pasó muy rápido, y mi relación con Carlos fue creciendo, aunque no empezamos a salir oficialmente. Carlos tuvo que irse un mes de gira por España, pero mantuvimos el contacto por teléfono. De vez en cuando me llamaba y me decía que me echaba de menos y que tenía ganas de verme. Él volvió justo el día que comenzaba el curso y tenía muchas ganas de verle.

El día en el que iba a comenzar el curso, Carlos fue a recogerme a casa. La verdad es que estaba muy nerviosa. Todo era nuevo, no conocía a nadie excepto a Carlos, y yo tampoco es que sea una persona extrovertida, al contrario, soy muy tímida. Además Carlos estaba un curso por delante, así que no conocería a nadie de mi clase.

Cuando llegó la hora, me vestí y me preparé una pequeña mochila para guardar los libros cuando me los dieran, porque, al ser el primer día todavía no tenía los libros.
Cuando llegó Carlos, abrí la puerta y me lancé a abrazarlo

-Hola pequeñaja - dijo mientras me abrazaba fuertemente - ¿Me has echado de menos?
-No sabes cuanto - dije y le besé
-Bueno, ¿Nos vamos?
-Claro

Yo todavía seguía un poco nerviosa, no estaba segura de si me iba a llevar bien con la gente de mi clase.

-Pequeñaja ¿Pasa algo? Te veo un poco agobiada
-Es que... bueno... No se que tal me va a ir en el nuevo instituto. Ya sabes no se que tal me voy a llevar con mis compañeros, ¿Y si no les caigo bien?
-Bah, por eso no te preocupes, en este instituto son todos super majos, les caerás genial ya lo verás - dijo giñándome un ojo
-Eso espero - dije yo, todavía un poco nerviosa
-Tranquila - dijo Carlos cogiéndome de la mano y dándome un beso en la frente

Llegamos al instituto y yo me despedí de Carlos, su clase era la de 4º B, y mi clase estaba al fondo del pasillo, era 3º C.
Tragué saliva y entré. La clase era bastante grande y de paredes blancas, había bastantes chicos y muy pocas chicas y casi todos estaban en grupos, supongo que hablando de sus cosas. Yo me senté en uno de los pupitres libres y entonces tres chicas se acercaron a mí. La verdad es que parecían majas.

-Hola, tu debes de ser la nueva ¿no? Encantada, yo soy Alba - dijo una de las chicas, era rubia y tenía unos ojos verdes preciosos
-Hola, yo soy Ana - dije, sonriendo levemente
-Yo soy Paula - dijo otra chica de ojos marrones y de pelo rizado, largo y negro
-Y yo soy Miriam, encantada - dijo la tercera, haciendo un gesto con la mano. Miriam era una chica bastante alta, de unos ojos marrón claro y de pelo castaño
-Si quieres te puedes venir con nosotras en los recreos - dijo Alba - Es normal que ahora estés un poco nerviosa porque vas a tener nuevos compañeros, profesores y todo eso, pero tranquila eso es normal y es solo al principio. Ya verás como te acostumbras.

En ese momento el profesor entró en clase y se presentó. Era el profesor de Biología, se llamaba Óscar. Después fuimos a la clase de Historia, a la clase de Lengua, etc.

En el último cambio de clase me encontré con Carlos y fui hacia el.

-¿Que? ¿Te esta yendo bien el primer día? - dijo el
-La verdad es que si, mejor de lo que pensaba - dije yo
-Bien, me alegro. Ahora me tengo que ir, pero, nos vemos después

Después de decir esto Carlos se despidió de mi con un alegre movimiento de mano.

-¿Le conoces? - preguntó Alba, con cierto tono de odio e irritación
-Claro, ¿Por qué?
-Es uno de los chicos más populares de su curso, es guapillo y tal, pero es un famosillo. En mi opinión se le ha subido un poco la fama a la cabeza. Ya sabes como participó en La Voz Kids y eso... No sé a mi me parece un poco engreído. Además todos los chicos son iguales, juegan contigo, te dicen que te quieren y después... Se van con otra
-Eso es porque no le conoces, no es como tu dices. Es muy majo y simpático, en realidad si le conocieras un poco más descubrirías que es lo contrario a lo que dices
-Bueno, no sé porque pero no me lo creo. Anda vamos, que la clase de Geografía va a empezar, ya verás, prepárate porque el profesor es un plasta y encima creo que este año le toca ser nuestro tutor

Yo reí ante aquel comentario de Alba y la seguí hasta la clase.

lunes, 14 de abril de 2014

CAPÍTULO 13

Abrí la conversación y miré los mensajes de Carlos:

-"Hey pequeñaja"

-"Tengo que decirte una cosa"

+"Dime, dime"

-"Tengo que irme de gira lo que queda de verano"

+"Ay, jo. No me digas eso :("

-"Tranquila pequeñaja, solo será un mes"

+"Te voy a echar muchísimo de menos, feo"

-"Y yo a ti pequeñaja."

-"Pero tranquila, volveré el día que comencemos el instituto"

+"Y cuando te vas?"

-"La semana que viene, todavía nos quedan unos días"

+"¿Si? Ay, que bien. Así podremos quedar"

-"Claro pequeñaja :)"

+"¿Cuando?"

-"¿Mañana a las cinco?"

+"Hecho"

-"Vale, pues mañana te espero en mi casa a las cinco"

+"Bien"

-"Bien"

Cerré Whatsapp y bloqueé el móvil. En ese momento mi madre subió a mi habitación.

-Hija la cena ya está preparada, anda baja, que tienes muchas cosas que contarnos...

Bajé y la mesa ya estaba puesta, mi padre nos estaba esperando. Me senté y comencé a comer.

-Bueno, y... ¿Que tal te han ido las vacaciones? - dijo mi padre
-Muy bien, ha sido muy divertido - dije yo mientras cortaba un trozo de pescado con el cuchillo
-Y.. ¿Con Carlos que tal te ha ido eh? - dijo mi madre giñandome un ojo
-Pues bien ¿Por que?
-Porque os veo muy cariñosos últimamente ¿no?
-Si ¿Y que? - dije sonriendo
-Mmm... no, nada, nada. No pasa nada - dijo mi madre riéndose

Cuando terminé de cenar, subí a mi habitación. Revisé un poco las redes sociales por si había algo nuevo y después me fui a la cama.

.  .  .  .

Al día siguiente a las cinco me dirigí a casa de Carlos. Llamé al timbre y él abrió.

-Hola pequeñaja, ya te echaba de menos - dijo y me dio un dulce beso en los labios
-Y yo a ti feo - volví a besarle
-Pues si te echo de menos por estar un día sin verte, imagínate como estaré si no te veo en un mes - dijo poniendo cara de pena - Anda vamos - dijo cogiéndome de la mano y saliendo de su casa
-¿Adonde vamos?
-A cualquier lugar, con tal de estar contigo me da igual donde

Decidí que estaría bien que fuéramos al parque a dar una vuelta. Nos sentamos en un banco, como la última vez. Y me besó dulcemente, pero con muchas ganas.

-Bueno bueno, tranquilo ¿no? - dije riéndome
-¿Por que? - dijo el y me volvió a besar
-¿Soy yo o hoy estás extremadamente cariñoso con tantos besos?
-Es que voy a darte todos los besos que no te voy a poder dar durante el mes que viene ¿Te molesta?
-Al contrario, me encanta

Yo reí y empecé a besarle el cuello

-Ey, ey pequeñaja, que lo de los besos en el cuello es mio - dijo el
-Pues ahora son míos - dije y seguí besándole el cuello. El soltó una pequeña risa.

Fui subiendo por su cuello hasta que sus labios rozaron los míos y le volví a besar.

CAPÍTULO 12

Carlos me besó mientras los dos nos fundimos en un cálido abrazo.

Cuando paramos de bailar, fuimos a tomar algo. Yo me pedí una Coca-Cola al igual que Carlos.

Al cabo de un rato estaba muy mareada, no podía estar de pie. Algo me había sentado mal.

-Vamos, - dijo Carlos dándome la mano - Será mejor que nos sentemos

Caminamos hasta la orilla de la playa y nos sentamos.

-¿Te pasa algo? Llevas mareada bastante tiempo
-Ah, no no es nada - dije mientras miraba las olas que se levantaban a esas horas sobre el mar

Unos minutos después el aire del mar había calmado un poco mi mareo.

-¿Ya estás mejor pequeñaja? - dijo el
-Si ¿Como lo has sabido? - dije yo
-Es porque ya vuelves a tener esa preciosa sonrisa en la cara - dijo sonriendo

Me puso un mechón detrás de la oreja mientras me acariciaba la mejilla con el pulgar. Yo me apoyé en su pecho. Carlos me abrazó muy fuertemente y fue acercándose a mi para besarme cuando...

-¡¡CARLOOOOOOOOOOOS!! ¡¡ANAAAAAAAAAA!! ¡¡QUE YA NOS VAMOOOOOOS!!

-Aguafiestas mi madre eh - susurró Carlos mientras me daba la mano para ayudarme a levantarme y sonreía

Fuimos con la madre de Carlos y volvimos al hotel. Llegamos a la 1:30, yo estaba super cansada.

La madre de Carlos fue a su habitación y se durmió al poco tiempo. Los hermanos de Carlos hicieron igual.

Yo caí rendida en la cama, me tapé con las sábanas y me puse de lado. Al cabo de un rato llegó Carlos, yo me hice la dormida, noté como sus brazos rodeaban mi cintura.

-Te quiero mucho pequeñaja - susurró al oído

Yo sonreí.


.  .  .  .  


-¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!! - conocía esa voz, Macarena era la que estaba gritando
-¿QUE PASA, QUE PASA? - dije yo, asustada
-¡¡QUE LLEGAMOS TARDE AL AEROPUERTOOOO!! ¡¡ME HE DORMIDO Y NO ME HE DADO CUENTA DE LAS HORAS QUE SON!!

Con todo este griterío, Carlos que todavía seguía agarrado a mi cintura, se despertó.

-Ey, ey, ey - dijo Carlos - ¿A que viene tanto griterío?
-Carlos, vamos a llegar tarde al aeropuerto. Vamos, tenemos que darnos prisa - dije yo

Nos vestimos a toda prisa, pusimos todas nuestras pertenencias en las maletas y bajamos corriendo. Le dimos la llave de la habitación a la recepcionista. Corrimos al aeropuerto.

La verdad es que, cualquiera que nos viera corriendo por la calle como si nos fuera la vida en ello pensaría que estamos locos.

Llegamos al aeropuerto. Por suerte, el avión todavía no había salido. Fuimos rápidamente al avión y dejamos las maletas. Acto seguido nos sentamos en los asientos.

Cómo nos aburríamos Carlos, sacó su móvil y empezó a sacar fotos mientras hacíamos el tonto. Los dos reíamos sin importarnos lo demás.

. . . . .

Cuando por fin llegamos a Madrid, la familia de Carlos me acompañó a mi casa. Llamé al timbre y mi madre corrió a abrir la puerta, sonriente. Corrió a abrazarme.

-Ayy, cuando me alegro de que por fin hayas vuelto - dijo mi madre
-Mamá solo han sido tres días, además has estado con papá así que... Has estado entretenida - dije yo riéndome

Mi madre se rió también.

-Muchas gracias por el viaje - dije yo
-De nada - dijo Macarena - Bueno, ahora nos tenemos que ir, que estamos muy cansados y seguro que tu también
-Si, hasta otro día - dije yo
-Adiós pequeñaja - dijo Carlos

Me despedí de Carlos y su familia y entré en mi casa. Había sido un día agotador.

Subí a mi habitación y conecté el ordenador un rato.

Me metí en twitter y vi un tweet de Carlos:







Era demasiado adorable, jo. Me lo comería a besos.

Estuvimos hablando gran parte de la tarde por twitter. Me dijo que abriera Whatsapp, tenía un par de mensajes suyos. ¿De que querría hablar?
CAPÍTULO 11

Al día siguiente la madre de Carlos nos despertó:

-¡¡VAMOOOS DORMILOONEES!! ¡¡AAAAARRRIBAAAA!!

Su voz era igual de dulce que que la de mi madre por las mañanas. Espero que se haya notado la ironía.

En ese momento Carlos seguía con las manos sobre mi cintura y yo con las manos sobre su pecho. Nos separamos, porque aunque la madre de Carlos sabía sobre lo nuestro, nos daba un poco de corte.

-¿Eeem? ¿Que? ¿Que hora es? - dijo Carlos, desconcertado
-Pues, es la una y media - dijo Macarena - Cada día os levantáis mas tarde eh
-Ya... bueno... pero es que estamos de vacaciones... ¿No podemos dormir un poco mas?
-No, no y no. Hoy es nuestro último día en Mallorca y tenemos que aprovecharlo. Además creo que hoy son las fiestas de aquí y supongo que querréis ir, va a estar muy chulo. ¡¡Venga dormilones!! - dijo Macarena mientras nos quitaba las sábanas de encima.

Macarena tenía razón, teníamos que aprovechar este último día. Me levanté a duras penas de la cama y fui a vestirme. Me puse un poco de brillo de labios.
Carlos también se vistió y se peinó un poco el pelo.

-Bueno y... ¿Que tienes pensado, Macarena? - dije yo
-He pensado que ya que es tan tarde, podríamos ir a comer primero. Luego podemos ir a la playa hasta no muy tarde. Volvemos al hotel nos ponemos decente para ir a la fiesta y nos lo pasamos bien
-Me gusta la idea - dije asintiendo con la cabeza
-A nosotros también nos parece bien - dijeron Carlos y sus dos hermanos a coro

Yo reí.

Bajamos a comer. Esta vez el comedor estaba a reventar.

Cuando terminamos, nos fuimos a la playa. Nos lo pasamos muy bien. Carlos, sus hermanos y yo estuvimos la mayor parte del tiempo jugando en el agua. Mientras tanto, Macarena se puso a tomar el sol.

-Mama, ¿Te vienes con nosotros al agua? - dijo Carlos
-Oh, no hijo. Ahora me quedo a tomar el sol, así me pongo morena y conquisto a algún mozo esta noche

Carlos, sus hermanos y yo nos miramos y estallamos entre risas. Yo me reí tanto que casi me caigo para atrás, pero por suerte Carlos estaba allí para sujetarme.

Cuando llegó la noche volvimos al hotel y nos pusimos ropa para la fiesta. Yo entré en mi habitación para cambiarme y me puse esto:



Después me maquillé un poco

Cuando salí de la habitación Carlos y su familia ya estaba lista. Carlos estaba guapísimo. Llevaba una camiseta que realzaba el color de sus ojos, y una chaqueta de motero. Unos pantalones vaqueros y unas zapatillas negras.

Llegamos a la fiesta, la música estaba a tope y la gente estaba bailando, pero la música no era muy movidita que digamos. Era mas bien lenta. Los hermanos de Carlos y Macarena se pusieron a  bailar, se veía que se lo estaban pasando genial. Yo me senté. No sabía bailar y sabía que si lo intentaba acabaría  pisando a alguien.

-¿Quieres bailar? - dijo Carlos, sonriendo
-No, Carlos... es que no se bailar - dije yo
-Tranquila pequeñaja, si te soy sincero, yo tampoco se - dijo riéndose - Y ahora... ¿Bailamos?

Carlos me tendió la mano y yo acepté. Yo simplemente agarré su cintura un poco insegura. El hizo lo mismo y sonrió.

-Oye - dijo mientras bailábamos - No te lo he dicho antes, pero estás preciosa con ese vestido
-Gracias, tu también estás increíble - dije yo

Carlos me besó mientras los dos nos fundimos en un cálido abrazo.

domingo, 13 de abril de 2014

CAPÍTULO 10 

Un rato después Carlos y yo nos quitamos la ropa, quedándonos en bañador y saltamos fuera de la barca para refrescarnos un poco.

Pasamos el rato jugando en el agua y riéndonos. Yo salpicaba a Carlos y el, molesto nadaba hacía mi. Fue una tarde divertida, pero agotadora.

Se estaba muy a gusto, el tiempo se pasó muy rápido y ni nos dimos cuenta de que se había hecho muy tarde. Nos subimos en la barca, nos secamos un poco a los pocos rayos de sol que quedaba y nos vestimos.

Carlos remó hasta la orilla y le devolvimos el barco al dueño. Fuimos al hotel cogidos de la mano. 

Cuando llegamos a la habitación la familia de Carlos no estaba, pero había una nota sobre la mesa del salón, era la letra de Macarena, la madre de Carlos en ella decía:

"Chicos, no os preocupéis porque no estemos. Es que había una fiesta esta noche en la parte baja del hotel... y no, NO PODÉIS IR. Es solo para mayores de edad. No nos esperéis despiertos, llegaremos bastante tarde.
Un beso, Macarena"

-Bueno... ¿Y ahora que hacemos? - dije yo
-Será mejor que bajemos a cenar - dijo el tocándose la tripa - Que yo tengo hambre
-Vale, será mejor así

Bajamos a cenar, el comedor estaba completamente vacío. Claro, toda la gente estaría en la fiesta que había dicho Macarena.
Nos sentamos en la mesa y fuimos a ver lo que había para comer. La comida fue bastante entretenida, cuando terminamos subimos a la habitación.

Cuando llegamos a nuestra habitación, nos sentamos en el sofá y pusimos la televisión.
Esa noche echaban una película que estaba muy bien aunque, la verdad es que casi ni hacíamos caso al televisor. Simplemente nos mirábamos y nos besábamos de vez en cuando.

Cuando la película terminó, me levanté del sofá y me dispuse a ir a la cama cuando los brazos de Carlos me agarraron por detrás.

-¿Adonde vas pequeñaja? - dijo el
-A la cama, estoy cansada - dije yo
-Pues me parece que no - dijo el sonriendo y poniéndome contra la pared

Sus labios comenzaron a besar mi cuello. Yo me estremecí. Cada roce suyo me ponía la carne de gallina.

Me cogió por la cintura y me acercó mas a el. Estábamos muy cerca, tan cerca que podía sentir los latidos de su corazón, iban a mil por hora. Al igual que a mi. Sus labios subieron por mi cuello hasta quedarse muy cerca de los míos. Me besó dulcemente, pero con muchas ganas. En ese momento me sentí especial. Cada beso suyo hacía que me sintiera la chica con mas suerte del mundo.

-Te quiero pequeñaja - me susurró al oído y me volvió a besar
-Yo también, feo - dije yo y sonreí. Empecé a besar su cuello dulcemente. El se estremecía.

Me tumbó en la cama y se colocó sobre mi.

No decíamos nada. El simplemente me miraba con sus preciosos ojos azules y sonreía. Me puso un mechón de pelo detrás de la oreja.

-Eres preciosa ¿Lo sabías? - dijo el

Yo me sonrojé. Todavía no me había acostumbrado a sus piropos.

.  .  .  .

Al cabo de un rato me entró el sueño. Bostecé.

-Carlos... tengo un poco de sueño, será mejor que me duerma ya - dije mientras me levantaba a coger el pijama

Cuando me lo puse , abrí la cama, me tumbé y me arropé con las sábanas. Carlos se puso detrás de mi y rodeó mi cintura con sus brazos apoyé mi cabeza en su pecho. Me quedé dormida al poco tiempo.


sábado, 12 de abril de 2014

CAPÍTULO 9

Cuando me desperté tenía un dolor de cabeza espantoso. Carlos ya estaba despierto. Todavía tenía sus brazos rodeando mi cintura y me miraba sonriente con sus preciosos ojos azules.

-Buenos días pequeñaja - dijo el
-Buenos días feo - dije yo y le besé
-¿Te pasa algo? Te veo mala cara
-Ah, no, no es nada. Es solo que me duele un poco la cabeza
-No te preocupes - dijo levantándose del sofá - Ahora vuelvo, creo que mi madre tenía aspirinas por algún lado

Carlos fue a la habitación de su madre y abrió uno de los bolsillos de la maleta, después fue a la cocina y llenó un vaso de agua.

-Por cierto, ¿Donde están tus hermanos...? ¿Y tu madre?
-Pues hace un rato que han vuelto de desayunar y se han ido a no se que de un tour por la isla
-¿Pero tan tarde es?
-Pues si - dijo mirando su reloj - Son la una, exactamente

Carlos se acercó a mi y me dio el vaso de agua y la pastilla.

-Toma, a ver si así se te pasa
-Gracias

Carlos me dio un beso en la frente. Yo me tomé la pastilla y bebí el agua del vaso.

-Será mejor que descanses un poco, así se te pasará antes el dolor - dijo el - Si quieres me quedo aquí contigo
-No Carlos, no te tienes que quedar aquí encerrado por mi
-Pero es que no te quiero dejar aquí pequeñaja... Ah, ya se, voy a bajar a por algo de desayunar... O mejor para comer porque con las horas que son...
-Esta bien
-Bien, pues ahora vuelvo

Carlos me dio un beso en la frente y bajó al comedor. Yo me tumbé un rato en el sofá y me quedé dormida.

Después de un par de minutos, Carlos apareció con una bandeja en la que estaba la comida

-Ya estoy aquí

Me levanté del sofá y me senté a comer con Carlos.

-¿Ya estas mejor? - dijo el
-Si, muchas gracias
-Bah, no hay de que, pequeñaja

De repente me sonó el móvil, era mi madre.

-¿Si?
-Ay, hola hija
-Hola mamá
-Llamaba para ver como estabas ¿Todo bien por allí?
-Si mamá, todo bien. Me lo estoy pasando estupendamente
-¿Si? Bueno pues me alegro mucho. Pero bueno que a ver que hacéis tu y el mozo... digo.. tu y Carlos. Os vigilo
-Mamá, tu tan malpensada como siempre
-¿Y que quieres que haga? Soy tu madre. Ay bueno, nos vemos en unos días. Pásalo bien
-Lo haré, adios
-Adios

Cuando terminamos de comer me vestí y Carlos me llevó al puerto. Allí alquilamos un pequeño barco y fuimos a dar una vuelta. Carlos estuvo remando durante un rato y después paró, quedándonos en medio del mar.

-Es precioso - dije yo, contemplando el mar asombrada
-Pero no tanto como tú - dijo Carlos sonriendo

Yo me sonrojé. Carlos se tumbó en la barca con un brazo por detrás de la cabeza. Yo me tumbé a su lado y apoyé mi cabeza en su pecho. El me rodeó la cintura con el otro brazo.

Nos quedamos un rato así, sin decir nada. Tampoco hacía falta, nuestras miradas lo decían todo.
Al cabo de un rato Carlos dijo:

-Pequeñaja ¿Te apetece bañarte un poco?
-¿Aquí en medio?
-Si, no te preocupes. Se puede nadar, no hay peligro de nada... Excepto de que yo te coma a besos - dijo sonriendo y empezó a darme besos por el cuello. Fue subiendo lentamente por mi cuello hasta llegar a mi boca. Me besó dulcemente, pero con muchas ganas.

Un rato después Carlos y yo nos quitamos la ropa, quedándonos en bañador y saltamos fuera de la barca para refrescarnos un poco.


CAPITULO 8



Carlos me cogió de la mano y los dos corrimos hacia el agua. 

El resto de la tarde pasó entre besos y abrazos entre las olas. Nos lo pasamos muy bien. Incluso me enseñó a surfear.

Estuvimos prácticamente toda la tarde en la playa pero a las 19:30 decidimos volver al hotel. Cuando llegamos tuvimos que ducharnos, porque estábamos un poco pegajosos por el agua de la playa. Después nos vestimos y bajamos a cenar. Cuando estaba terminando de vestirme, noté que unos brazos me agarraban la cintura por detrás.

-Vamos pequeñaja, eres muy lenta, mi familia estará esperando a que bajemos - me susurró al oído

Yo me estremecí.

.  .  .  .

La familia de Carlos estaba esperando abajo.

-Hombre - dijo Macarena, la madre de Carlos - Por fin llegáis tortolitos, sentaos que ya están preparando la cena

La comida estaba muy buena. La cena pasó entre risas y bromas. La familia de Carlos nos preguntaron que tal había ido el primer día y si nos lo estábamos pasando bien.

Macarena subió rápido a la habitación seguida por los hermanos de Carlos. 
Carlos y yo nos fuimos a dar un paseo por la playa. 
El agua del mar acariciaba nuestros pies. Carlos me cogía de la mano mientras me acariciaba la mano con el pulgar. Era muy agradable.

Carlos no paraba de mirarme y sonreír. Yo agachaba la cabeza.

-¿Que pasa? - dijo el en un susurro - ¿Te molesta que te mire?
-Es que todavía no me he acostumbrado a que me mires así - dije yo con la cabeza todavía agachada
-No puedo evitar mirarte así porque eres preciosa - dijo mientras me cogía de la barbilla y me levantaba la cabeza. El sonreía - Y no te cambiaría por nada en el mundo. Por nada ¿Me oyes?

Después de esto Carlos me besó dulcemente. Dejamos de pasear y yo me senté en la arena, Carlos se sentó detrás de mi y me rodeó con sus brazos. Dejé caer mi cabeza sobre su pecho y el empezó a besarme el cuello lentamente. Me sentía especial cuando hacía eso. Cuando hacía eso de verdad sentía que le gustaba.

-Te quiero - le dije al oído - Antes has dicho que no me dejarías por nada en el mundo. ¿De verdad no lo harás?
-No lo haré pequeñaja, no lo haré
-¿Lo prometes?
-Lo prometo, no te dejaré nunca. No te cambiaré por nada en el mundo, porque tu eres mi mundo - dijo mientras me acercaba mas a él. 
Entonces empezó a cantar: 

«Debo... empezar todo de cero, saber que cuando se acabe el mundo, allí estarás. Y quiero que lo nuestro sea eterno, y que ya no haya nada más, no mas guerras que luchar... Quiero saber, entender cada parte de ti cada gota, cada historia, cada pensamiento... y quiero.. contártelo todo. Saber, que cuando se acabe mi mundo no quedará nada mas profundo que tu y yo juntos... »

Entre cada estrofa sonreía. Era increíble.


.  .  .  .

Después de un rato volvimos al hotel. Era muy tarde así que abrimos la puerta sin hacer ruido y rápidamente nos pusimos el pijama. Cogimos una manta. Carlos se tumbó en el sofá-cama y apoyó su cabeza en un cojín.

-Ven aquí pequeñaja 

Yo me tumbé a su lado y el nos tapó con la manta. El me abrazó, y yo a el.

Había sido un día increíble

viernes, 11 de abril de 2014

CAPÍTULO 7

Colocamos las maletas y entramos en el avión. Era enorme, los asientos iban de dos en dos.
Me senté al lado de Carlos, detrás de nosotros estaba su hermana y a nuestro lado, estaba su madre y su hermano.
Pusimos el modo avión en los móviles. Cuando terminaron de entrar los pasajeros el avión despegó. Yo saqué mis auriculares y me puse a escuchar música.

-¿Que estas escuchando? - dijo Carlos
-Te doy una pista - dije yo - No eres tu

 Carlos rió, me cogió uno de los auriculares y se lo puso. En ese momento yo estaba escuchando 'Recovery' de James Arthur.

-¿Así que Recovery? Buena canción
-¿A que si?
-Si - dijo y me besó

Estuvimos un tiempo escuchando música pero al rato me entró sueño y me quede dormida.

.   .    .    .

El ruido del avión aterrizando me despertó. Abrí los ojos. Estaba apoyada en el pecho de Carlos y el me había rodeado la cintura con sus brazos. El todavía estaba dormido, era tan adorable cuando dormía...

-Carlos, Carlos despierta - dije dándole un leve golpe en el hombro
-¿Eh? ¿Que? - dijo el un poco desconcertado
-Vamos dormilón que ya hemos llegado

Carlos levantó los brazos y se estiró un poco.

-Buenas pequeñaja ¿Cuanto tiempo hemos dormido?
-No lo se, pero seguro que un par de horas como poco

Cuando el avión paró del todo la madre de Carlos nos avisó y nos dijo que bajamos del avión. Acto seguido cogimos las maletas y nos dirigimos al hotel. De camino al hotel pasamos por la playa, era preciosa. El hotel era bastante grande.

Fuimos a recepción y la madre de Carlos dio su nombre para que nos dieran la llave de la habitación. Nuestra habitación estaba en la 3ª planta, era la 16C. Entramos a la habitación. Era muy grande, nada mas entrar estaba la cocina, que estaba junto a un pequeño salón con un sofá-cama y una pequeña televisión, a la izquierda estaba el baño y a la derecha había tres habitaciones con camas bastante grandes.

Dejamos las maletas y bajamos a comer, el comedor era muy grande y había mucha gente.

Cuando terminamos de comer la madre y la hermana de Carlos se fueron de compras y su hermano se fue a dar una vuelta por la isla.

Carlos y yo optamos por irnos a la playa. El se puso un bañador tipo pantalón rojo, yo me puse un bikini morado con estampado de flores. Después preparamos las cosas y fuimos a la playa.

Había bastante gente, nos colocamos en un lugar no muy cerca del agua, pusimos las toallas y colocamos las cosas.

-Pequeñaja, yo me voy ya al agua ¿Te vienes?
-No Carlos, me quedo aquí un rato y luego voy ¿Vale?
-Jo... vale, esta bien

Carlos se quitó la camiseta y se fue corriendo al agua. Yo reí. Era como un niño.

Me puse un poco de crema solar, me puse los auriculares, me tumbé en la toalla y cerré los ojos. Se estaba muy a gusto. Hacía calor, pero no era un calor sofocante porque había una brisa leve que hacía que fuera agradable.

.  .  .  .  .

Parece que me quedé dormida unos quince minutos aproximadamente. Pero sentí algo que me despertó. Abrí los ojos. Carlos estaba con sus manos apoyadas en los dos extremos de la toalla y me miraba fijamente mientras sonreía.

-Hey pequeñaja, me dijiste que ahora te vendrías un rato al agua - dijo el
-Mmm... No sé. no sé.. - dije yo
-Venga, por favor - dijo poniendo morritos

Yo puse cara de estar pensándomelo y Carlos me besó. Apoyó sus manos en mi cintura y yo puse mis manos en su cuello.

-Venga vale, voy contigo - dije riendo

Carlos me cogió de la mano y los dos corrimos hacia el agua.

martes, 8 de abril de 2014

CAPÍTULO 6


Carlos y yo bajamos abajo, mis padres ya estaban desayunando.
-Hombre, buenos días dormilones - dijo mi padre



-¿Habéis dormido bien? - dijo mi madre
-Si, como un tronco - dijo Carlos
-Lo mismo digo - dije yo
-Por cierto Carlos, ha llamado tu madre un poco preocupada diciendo que no habías vuelto a casa. Pero tranquilo ya le he dicho que estás con nosotros
-Ah, vale, muchas gracias, de verdad. Y perdón por las molestias - dijo Carlos
-Bah, no hay de que, venga sentaos a desayunar - dijo mi madre

Carlos y yo nos sentamos a desayunar. No parábamos de mirarnos y sonreír, y mi madre lo notó.

-Uy, uy, uy... Estáis muy cariñosos vosotros ¿no? ¿Ha pasado algo que no sepa?

El y yo nos miramos y empezamos a reírnos.

-No.. nada, nada, no ha pasado nada - dije yo sin poder parar de reír
-Eso, eso... - dijo Carlos
-Bueno, bueno, no se porque pero no os creo - dijo mi madre, riendo - Lo dejo pasar por esta vez eh

El desayuno transcurrió entre risas y bromas. Cuando terminé de desayunar subí a mi habitación a vestirme para acompañar a Carlos a su casa. Carlos me siguió, me agarró de la cintura por detrás y empezó a darme besos por el cuello.

-Estas muy cariñoso últimamente ¿no? - dije yo
-¿Quien? ¿Yo? Nah, que va - dijo el riéndose

Salimos de mi casa y nos dirigimos a casa de Carlos, pero él cruzo por un camino que no era.

-Eh, Charly, que tu casa no es por ahí
-¿Y quien ha dicho que vamos a mi casa?

Carlos me dio la mano y, al cabo de un rato, estábamos en el parque.

-¿Por que me has traído aquí? - dije yo
-A estas horas no hay nadie en el parque así que tenemos un poco de tiempo para nosotros dos solos - dijo el y me besó

Carlos y yo nos sentamos en uno de los bancos que había en el parque yo me apoyé en su pecho y el me rodeó la cintura con uno de sus brazos, mientras que con el otro me acariciaba el pelo.
Entonces, empezó a cantarme «Titanium» al oido. Yo me estremecí, su piel me ponía la carne de gallina.

«You shout it out, but I can't hear a word you say, I'm talking loud not saying much...»

Cuando terminó la canción me miró con esos ojos azules que me volvían loca, me besó y sonrió.

-No te alejes de mi nunca - dijo el - Entraste en mi vida de la forma mas inesperada, y no quiero que salgas de ella
-No lo haré, Carlos. No lo haré - dije yo mientras le abrazaba 

Se hizo tarde y Carlos se tuvo que marchar a su casa, yo me despedí de el y me fui a mi casa

.  .  .  .  .  .

Después de un par de semanas, llegó el mes de Julio. Cada vez quedaba menos para volver al instituto, pero no me preocupé por eso. Todavía quedaban unos cuantos meses y tenía que disfrutarlos.

Un día, la madre de Carlos llamó por teléfono a la mía:

-¿Si?
-Hola Maribel, soy la madre de Carlos
-Anda, hola Macarena, dime ¿Para que llamas?
-Bueno pues es que Carlos, sus hermanos y yo, nos vamos a Mallorca unos días de vacaciones, y hemos pensado que Ana se podría venir también
-Ay mujer, no se yo eh. Además el billete de avión es muy caro
-Por eso no te preocupes, al ser familia numerosa, nos dejan traer a un amigo gratis
-Ah, bueno pues se lo pregunto y pues a ver que dice

Mi madre dejó el teléfono y fue a preguntarme lo de Mallorca, y yo que había estado escuchando toda la conversación, dije que si al momento. Mi madre cogió el teléfono y estuvo un rato hablando con la madre de Carlos.
El viaje era en tres días así que preparé bien las maletas. Mi madre todavía no estaba muy convencida con eso de dejarme ir a Mallorca porque podría pasar cualquier cosa. Yo la tranquilizaba y decía que no pasaría nada, que solo eran unas vacaciones.
Cuando llegó el día, la madre de Carlos fue a recogerme y me llevó al aeropuerto. Carlos y sus hermanos ya estaban allí.

-Hola pequeñaja - dijo Carlos - No sabía que venías, mi madre me lo ha dicho esta mañana

Colocamos las maletas y entramos en el avión.


domingo, 6 de abril de 2014

CAPÍTULO 5

-Te quiero mucho - dijo apoyando su frente contra la mía - Y eso no va a cambiar nunca
-Carlos... ¿De verdad sientes eso? - dije yo sonriendo
-Pues claro pequeñaja, eso ni lo dudes

Empezaron a caer unas cuantas gotas de lluvia sobre nuestros rostros y Carlos sonrió.

-Esto es muy en plan peli romantica ¿no? - dijo Carlos riendo

Carlos se quedó mirándome con sus increíbles ojos azules y esa preciosa sonrisa que tanto me gustaba. En ese momento recordé la primera vez que lo vi en persona, el día de la firma hacía ya casi un año. En esos días nunca me habría podido imaginar que mi ídolo se podría convertir en una de las personas mas importantes de mi vida, ni se me habría pasado por la cabeza. Pero allí estábamos nosotros dos, frente a frente. 
Carlos me acercó mas a el, me besó después me cogió de la mano y dijo:

-Anda vamos, que aquí nos vamos a resfriar

Los dos corrimos a refugiarnos bajo uno de los tejados que sobresalían. Carlos no soltó mi mano.

-Creo que será mejor que me vaya ya - dijo él
-Pero... ¿Como te vas a ir con lo que está lloviendo? Vas a coger una pulmonía
-No te preocupes
-Que no, que no vas a salir con la que está cayendo 

Saqué el móvil y llamé a mi madre, que tardó un poco en cogérmelo.

-Hola mamá - dije yo
-Hola hija, ¿Donde estas? Esta cayendo una que no veas
-Ya lo sé mamá, oye ¿Podría quedarse Carlos a dormir? Es que esta lloviendo mucho y su casa esta un poco lejos
-Vale vale, pero ven pronto y a ver que hacéis eh, os vigilo 
-Venga ya mamá 
-Bueno hija no te pongas así que solo era una broma - dijo riéndose - Hasta luego
-Adiós

Miré a Carlos, que no me había soltado de la mano en todo este tiempo y sonreí.

-Mi madre dice que puedes quedarte en casa, vamos - dije tirando levemente de su mano - Mi casa esta por aquí cerca

Corrimos hacía mi casa mientras seguía lloviendo, Carlos corría mas rápido que yo pero no me soltaba la mano. Cuando por fin llegamos a mi casa estábamos los dos empapados. Llamé a la puerta y mi madre abrió

-Entrad anda. Si es que a quien se le ocurre salir con este tiempo - dijo mi madre intentando parecer enfadada, en realidad no parecía enfadada.

Yo subí a mi habitación y me puse el pijama, mientras tanto Carlos se quitó la sudadera mojada, quedándose en manga corta.

-Carlos, si quieres te dejamos algo de ropa o algo - dijo mi madre
-No, no se preocupe, estoy bien, por suerte lo único que se ha mojado mucho ha sido la sudadera - dijo Carlos 
-Bueno, pues entonces hay que ver donde dormirás, creo que tenemos un colchón hinchable en el vestíbulo, ahora vuelvo

Mi madre bajó al vestíbulo, y Carlos y yo nos quedamos hablando

-Ana, muchas gracias por dejar que duerma en tu casa, de verdad
-Ah, no hay de que, es que no podía dejar que te fueras así con la que esta cayendo 

En ese momento llegó mi madre con el colchón hinchable, que estaba un poco desinflado y una manta.

-Anda Ana, ven y ayudame -dijo mi madre
-Voooy - dije yo
-Yo también voy - dijo Carlos

Los tres subimos el colchón a mi habitación y mi madre terminó de inflarlo. Le dio la manta a Carlos y bajó a su habitación a dormir.
Yo me fui a mi cama y me tumbé, Carlos por su parte se tumbó en el colchón y se echó la manta por encima. Nos quedamos mirándonos el uno al otro. Me gustaba estar así con el, no lo cambiaría por nada.

-Buenas noches pequeñaja - dijo Carlos
-Buenas noches - dije en un susurro

Cerré los ojos e intenté conciliar el sueño, pero al cabo de un rato no conseguía dormirme. Abrí lo ojos, y el ya estaba dormido. Era tan adorable cuando dormía...

Me puse boca arriba y nada, no conseguía dormirme, lo intenté de todas las maneras: incluso conté ovejitas  y nada. No conseguía dormirme, de repente sentí que Carlos me miraba.

-¿Que pasa, pequeñaja? ¿Te preocupa algo?
-No, es que no consigo dormir, no se porqué
-Anda ven aquí fea 

Me levanté de la cama y fui con él. El me tapó con la manta. Estábamos a pocos centímetros. Carlos sonreía. El me cogió de la cintura y yo me apoyé contra su pecho.

-¿Así mejor? - dijo sonriendo
-Claro - dije con una sonrisa tonta

Al poco tiempo me quedé dormida, apoyada en el pecho de Carlos.

. . .

Al día siguiente, Carlos me despertó: Me rodeó la cintura con sus brazos por detrás y empezó a darme besos por el cuello.

-Buenos días pequeñaja, despierta ya anda, dormilona
-Buenos días feo - dije y le besé