sábado, 24 de mayo de 2014

CAPÍTULO 27 


También tenía un Whatsapp de Carlos. ¿Que querrá decirme a estas horas? Entré en Whatsapp y miré lo que me había escrito:

*Conversación por Whatsapp*

"Hola, pequeñaja. Tengo que decirte algo. Me acabo de enterar ahora mismo y quiero que lo sepas"

"Dimee :)"

"Bueno, pues... Dentro de unos meses me voy de gira"

"¿Ah, si? Pero eso está muy bien ¿no? Y ¿Adonde te vas?"

"Bueno... Pues... Me voy a América"

"¿QUE? ¿COMO QUE A AMÉRICA?"

"Espera, ahora te llamo y te doy los detalles. Hasta dentro de cinco segundos :)"

*Fin de la conversación por Whatsapp*

¿Como? ¿A América? Pero eso está demasiado lejos ¿Como se va a ir a América? No, no y no. No es que no me alegrara por él, pero... le iba a echar mucho de menos.

*Conversación por teléfono*

-¿Si? - pregunté yo. Estaba claro que era Carlos, pero quería asegurarme
-Ana, soy yo y los sabes - dijo riendo
-¿Como es que te vas a América? ¿Tantos seguidores tienes allí?
-Pues al parecer si - le noté algo serio - Y me alegro, porque estoy haciendo lo que me gusta, pero... Es que te voy a echar mucho de menos
-Bueno, pero ¿Cuando te vas?
-Dentro de tres meses, en enero
-Bueno, todavía estamos en octubre, todavía queda tiempo para disfrutar y estar juntos. Además, no te vas a ir a vivir allí - reí
-Por suerte no - suspiró - Oye Ana, estoy muy cansado. Nos vemos mañana ¿vale?
-Está bien. Buenas noches
-Buenas noches pequeñaja. Descansa. Te quiero.

*Fin conversación por teléfono*

Miré el reloj. Eran las once y media. Sin entretenerme más, me fui a la cama. Mañana sería un día muy largo.


.   .   .   .  .

Al día siguiente me desperté con la melodía de la alarma de mi teléfono. Tenía MUCHO sueño y no era para menos, ayer me quedé hasta las tantas hablando con Carlos.

Me levanté de la cama, me vestí, me peiné un poco y bajé a desayunar. Mi madre y mi padre ya se habían ido al trabajo así que desayuné rápidamente y salí de casa. Y allí estaba el, tan sonriente como siempre.

-Buenos días - dije yo y le besé
-Bueno días pequeñaja - dijo el, sonriendo y me dio la mano

Fuimos caminando hacia el instituto y fue inevitable no sacar el tema de conversación de ayer.

-Te voy a echar mucho de menos cuando te vayas a América - dije así sin mas. Las palabras salieron de mi boca antes de que pudiera detenerlas
-Yo mucho más pequeñaja, espero que mientras yo esté fuera no ligues con nadie eh. Aunque claro, no creo que encuentres a nadie mejor que yo - dijo el con cierto tono de chulería. Reí
-Pues claro que no tonto - dije dándole un leve golpe en el hombro en plan broma - La que tendría que preocuparme soy yo. A ver si te vas a enamorar de alguna americana - reí
-Eh, eso ni en broma. - se paró, me miró y me cogió de la cintura acercándome mas a el - No voy a enamorarme de ninguna americana porque ya estoy enamorado de ti - dijo a escasos centímetros de mi boca. Me miró fijamente con esos preciosos ojos azules y sonrió.

En ese momento Carlos se deshizo de esos centímetros que nos separaban y me besó dulcemente. Un beso largo y lento pero intenso, de esos que solo él sabía dar. Por un instante me olvidé de todo lo que me rodeaba y me concentré solo en él, en nosotros.

Después del beso me separé de el y miré la hora. Quedaban cinco minutos para que comenzara el instituto. Me había olvidado por completo de eso. Carlos me cogió de la mano y corrimos hasta el instituto. Afortunadamente llegamos a tiempo. Por los pelos, pero a tiempo.

Me despedí de Carlos y entré en clase. Aunque faltaban muy pocos minutos para que sonara el timbre, el profesor no estaba. La verdad es que no le eché en falta, porque a esa hora tocaba Tecnología.

Como el profesor no estaba dejé mi mochila encima de una de las mesas y fui hasta donde estaban Alba y las demás.


domingo, 18 de mayo de 2014

CAPÍTULO 26

-Buenas noches, pequeñaja - susurró en mi oído
-Buenas noches

.   .   .   .   .



Cuando me desperté Carlos seguía dormido y sus brazos rodeaban mi cintura. Sonreía. Podía oír sus latidos, lentos y tranquilos. Su pecho subía y bajaba conforme respiraba. 

Aparté sus brazos de mi cintura, y, con cuidado de no despertarle me levanté del sofá. Me peiné un poco el pelo con las manos porque, aunque no me había visto en un espejo, sabia perfectamente que tenía el pelo despeinado.

"¿Y si le preparo el desayuno a Carlos?" pensé y me dirigí a la cocina.

Abrí la nevera para ver lo que había y, como hacía bastante frío me decidí por preparar un poco de chocolate caliente. Preparé dos tazas y las llené de chocolate. Acto seguido las metí en el microondas y busqué algo más para desayunar.

Al cabo de un rato noté como unos brazos me agarraban por detrás. Por supuesto, era Carlos.

-Buenos días pequeñaja - dijo el, y me besó
-Buenos días feo
-¿Que haces?
-Preparar el desayuno
-¿Y no pensabas despertarme para que te ayudara?
-Es que quería darte una sorpresa, jo. Además era demasiado pronto para despertarte
-Bueno, pues ya que estoy aquí te ayudo - sonrió

Preparamos el resto del desayuno entre risas y besos. Y desayunamos juntos, los dos solos hasta que llegó Macarena.

-¡Buenos días! - dijimos Carlos y yo al unísono
-Bueeenos días chicos - dijo ella - ¿Habéis dormido bien?
-Perfectamente - dije yo - Como un tronco
-Lo mismo que Ana - dijo Carlos, sonriendo
-Bueno, pues me alegro mucho

Macarena se sentó a desayunar con nosotros. Fue muy agradable. Cuando terminamos me despedí de Macarena y Carlos me acompañó a casa.

-Adiós, hasta otro día, y perdón por las molestias - dije yo
-¿Pero que molestias? Si a todos nos encanta que vengas. En especial a mi hijo, ya sabes - dijo ella riendo

Carlos se puso un poco rojo. Reí.

-Anda mamá, déjalo. Vuelvo dentro de nada. Adiós - dijo Carlos mientras me cogía de la mano

Nos despedimos y fuimos a mi casa. Cuando llegamos, llamamos al timbre. La que abrió fue mi madre.

-Hombre hija, por fin. ¡Cuanto tiempo sin verte! Ya pensaba que Carlos te había secuestrado - dijo mi madre sonriendo
-Anda mamá, déjate de tonterías - reí
-Tranquila, que ya se la devuelvo - dijo Carlos riéndose
-Gracias, lo importante es que te lo hayas pasado bien - dijo mi madre
-Bueno, pues... yo ya me voy - dijo Carlos y me besó en la frente - Hasta mañana
-Hasta mañana - dije yo

Entré en mi casa y me quedé un rato hablando con mi madre.

-Bueno ¿Y que tal... con el mozo.... digo... con Carlos?
-Genial
-Lo sé, se te nota. Cada vez que estás con el se te dibuja una sonrisa en la cara y se te iluminan los ojos
-Anda mamá, no exageres. No es para tanto - me sonrojé
-Si, si es para tanto. Y a el le pasa lo mismo. Hacéis muy buena pareja
-Que no mamá, déjate de tonterías. - intenté cambiar de tema - Bueno... Me voy
-¿A donde te vas?
-A mi habitación.... a... estudiar
-¿Tu, estudiar? Vaya, ¿seguro que estás bien? ¿No tienes fiebre ni nada? - rió
-Que no, que no, que estoy bien - reí

Subí a mi habitación y, muy a mi pesar, me puse a estudiar. A ver... ¿Que tengo que estudiar? Oh, matemáticas, que bien. Con lo que me gustan a mi las matemáticas. Ironía.

El resto del día lo pasé en casa, con mi madre y estudiando, ya que, este fin de semana no había tocado un libro en casa de Carlos.

Cuando llegaron mas o menos las diez de la noche cené, me puse el pijama, me lavé los dientes y me tumbé en la cama. Antes de dormirme cogí el móvil para ver si tenía alguna novedad en las redes sociales. La verdad es que no había nada nuevo. Solamente un par de interacciones en twitter... ah, y las chicas me habían petado Whatsapp por el grupo. Malditas, pero las quiero eh.

También tenía un Whatsapp de Carlos. ¿Que querrá decirme a estas horas?

sábado, 17 de mayo de 2014

CAPÍTULO 25

(Narra Carlos)

En ese momento entró mi hermano en la cocina. ¿Por que siempre tenía que interrumpirnos alguien? Primero sus padres y ahora mi hermano.

-Bueeenos di... - dijo mi hermano, aunque no terminó de decirlo porque bostezó que daba gusto - Anda, si estáis los dos aquí ¿Interrumpo algo?
-Buenos días - dije yo - Y.. Nooo, que va, no nos interrumpes ni nada

Esto último lo dije con ironía, Ana pareció darse cuenta, pero mi hermano no lo notó.

 -Bueno... Pues me vuelvo a la cama - dijo el
-¿A la cama? Si son mas de las doce - dije yo, subiendo un poco el tono
-¿Y que? Estoy cansado, además tengo que descansar bien que la semana que viene tengo muuuuchos exámenes.
-Ah, ya ¿Y desde cuando los exámenes se estudian durmiendo?
-Desde ahora mismo - dijo riendo - adiós - hizo un gesto con la mano
-Adiós y, buenas "noches", bella durmiente - dije haciendo comillas con los dedos. Mi hermano rió y se fue de nuevo a su habitación

Ana empezó a reírse.

-Hey pequeñaja ¿De que te ríes? - dije yo, y joder que sonrisa mas bonita tenía
-Menuda interrupción ¿no? - dijo y siguió riendo
-¿Y eso te hace gracia?
-Pues... tiene su gracia - siguió riendo
-Hombre pues ahora que lo dices... algo de gracia si que tiene - me uní a las risas

(Narro yo, Ana)

Poco a poco las risas fueron cesando

-¿Por que paras de reírte, eh pequeñaja? - dijo el
-Es que como siga riéndome me quedo sin aire ¿Por que lo preguntas? ¿No puedo parar de reírme? - dije yo
-No es que no puedas pero es que me encanta tu sonrisa - dijo riendo - Y tu risa, y todo. Me encantas
-Anda tonto, no digas esas cosas - dije mientras me tapaba la cara con las manos para que no se me notara lo roja que estaba
-Si las digo será por algo ¿no? - dijo el, y me apartó las manos de la cara. Me dio un dulce beso en los labios - Y si digo que me encanta tu risa, es porque es verdad
-¿Ah, si? Bueno, pues yo ya no puedo reírme mas. Lo siento - dije sonriendo

Carlos me miró con una sonrisa pícara empezó a hacerme cosquillas.

-Carlos... JAJAJAJAJAJAJA... Para... JAJAJAJAJAJAJAJA... Por... favor JAJAJAJAJAJA
-¿Quieres que pare?
- Si... por... favor... - volví a reírme
-No se yo... ¿De verdad quieres que pare?

Carlos seguía haciéndome cosquillas. Me apoyé en su pecho y me retorcí de todas las maneras posibles para que me soltara pero nada, no había manera. Entre risas y risas llegamos al salón. De tanto retorcerme nos caímos en el sofá, quedando Carlos encima mío

-Ya he parado ¿Contenta? - dijo el, sonrió y me besó. Después me ayudó a levantarme

Desayunamos y fuimos a dar una vuelta por Madrid. Lo pasamos genial. Cuando se hizo tarde (Mas o menos las ocho de la noche) le dije a Carlos que me iba a casa pero el me convenció para quedarme en su casa, propuso que podríamos ver una película.

-¿Que te parece si te quedas en mi casa a ver una peli? - dijo el
-Está bien... Pero esta vez la elijo yo ¿eh? - dije yo
-Mmm... Bueeeno, vale
-Pero... ¿A tu familia no le molestará que me vuelva a quedar en tu casa?
-Nah, no creo. Les caes muy bien.

Carlos me besó y fuimos a tu casa. Avisé a mis padres de que me iba a quedar en casa de Carlos esa noche. Pusieron algunas pegas, pero al final accedieron.

Llegamos a casa. Nos recibió la madre de Carlos. Preparamos unas palomitas y unas Coca-Colas y nos sentamos en el sofá. Macarena se asomó para ver que tal estábamos

-Yo me voy a la cama ya, os dejo solos. Pero a ver que hacéis eh. No os paséis.

Carlos y yo reímos y nos despedimos de Macarena. Pusimos la televisión y pusimos un canal en el que estaban poniendo una película muy buena.

-¿Esta? - preguntó Carlos - Es un poco cursi, pero si quieres la dejo
-Mmm... vale, déjala - dije yo
-¿Seguro que no quieres que ponga una de miedo?
-No, otra vez no, por favor

.  .  .  .  .

-¿Que te parece la película? - pregunté después de un rato
-No está mal, pero es demasiado predecible - dijo el
-¿Que quieres decir?
-Que ya se sabe lo que va a pasar
-¿Ah, si? Y entonces ¿que es lo que va a pasar, señorito sabelotodo?
-No te lo voy a decir, le quitaría la gracia
-Jo... - dije poniendo morritos
-Anda tonta, vamos a seguir viendo la película - dijo finalmente y me besó

El resto de la película se pasó entre risas y besos. Carlos estaba un poco adormilado y no era para menos. Eran mas de las dos de la madrugada. Estaba tumbado boca arriba en el sofá con la cabeza apoyada en las manos.

-¿Que te ha parecido la película? - dije yo mientras me sentaba sobre su torso, colocando mis piernas a ambos lados de su cuerpo
-No ha estado mal - dijo sonriendo - Pero estaba claro lo que iba a pasar
-Has estado diciendo lo mismo toda la película, pero no creo que lo supieras - reí y me incliné para besarle

Carlos rió y rodeó mi cintura con sus brazos llevándome hacía el mientras nos besábamos. Fue un beso largo e intenso, de esos que solo el es capaz de darme.

-Estoy cansado - dijo el - Mejor nos dormimos ya ¿no?
-Mmm... es muy raro que tu digas eso - dije yo - Está bien, vamos a dormir

Me levanté del sofá para irme a la cama, pero Carlos me cogió de la muñeca y me atrajo hacia el.

-No hace falta que vayamos a la cama. Aquí se está bien - dijo el - Además, me da pereza ir a mi habitación a dormir, estoy muy cansado
-Serás vago... Bueno, vale. Entonces nos quedamos aquí. - dije yo

Me tumbé sobre el y me apoyé en su pecho. La verdad es que estaba muy cansada. Cerré los ojos. Noté como los brazos de Carlos rodeaban mi cintura con delicadeza.

-Buenas noches, pequeñaja - susurró en mi oído
-Buenas noches

domingo, 11 de mayo de 2014

CAPÍTULO 24

Carlos volvió a besarme pero esta vez con mas ganas. Se me quedó mirando con esos preciosos ojos azules.

-¿Que? - dije yo
-¿Como que que? - dijo el - Eres preciosa, ¿no puedo mirarte? - sonrió y volvió a besarme dulcemente

Era tan... increíble. La forma en la que me trataba, sus besos. Todo.

-Te amo - dije yo

Carlos se tumbó a mi lado y me cogió por la cintura. 

(Narra Carlos)

Me tumbé al lado de Ana y la cogí por la cintura.

Había sido increíble. ¿Como era posible que me hiciera sentir así? Lo que tenía claro es que la quería y quería estar con ella siempre.

Sus ojos se cruzaron con los míos, ella sonrió y me besó. 

-Tengo sueño - bostezó - Será mejor que descansemos, buenas noches

Apoyó su cabeza en mi pecho y al poco tiempo se quedó dormida.

.   .   .   .   .   .

(Narra Ana)

Cuando me desperté Carlos todavía rodeaba mi cintura. Tenía una sonrisa dibujada en el rostro. 

Empecé a besarle el cuello y fui subiendo hasta llegar a su oído.

-Despierta feo, que ya es tarde - susurré en su oído

Fue abriendo los ojos hasta dejar al descubierto esos preciosos ojos azules. Me miró de arriba a abajo y sonrió. Me besó a modo de buenos días. Fue un beso largo, dulce y lento. Subí mis manos a su pelo.

-Carlos, ve bajando, ahora bajo yo 
-¿Por que? ¿Que pasa?
-Tengo que vestirme
-¿Y por que me tengo que ir? 
-Anda tonto

Me cambié de ropa y bajé a la cocina. Carlos no estaba, a saber donde estaría. En la encimera de la cocina había una nota de Macarena:

"Chicos, me han llamado del trabajo así que me he tenido que ir un poquito antes. Podéis coger lo que queráis para desayunar.
Por cierto Ana, ya les he dicho a tus padres que estás con nosotros así que no te preocupes por nada.
Besitos :)"

-¿Es una nota de mi madre? - dijo Carlos abrazándome por la espalda 
-Si - dije yo y le ofrecí la nota

Carlos leyó la nota con detenimiento, después añadió:

-Entonces, estamos solos 

Pude notar como a Carlos se le dibujaba una sonrisa pícara en la cara. Se acercó a mi y me besó dulcemente mientras me acercaba mas a el. Me subió a la encimera y se colocó entre mis piernas. Me miró fijamente con esos ojos azules que parecía que lo veían todo. Yo agaché la cabeza. El me cogió de la barbilla y me levantó la cabeza. Sonrió

-Eh, ¿Por que agachas la cabeza?
-Es que me siento rara cuando me miras así
-No tienes porque sentirte rara, si te miro así es porque eres preciosa y punto

Después de decir esto sonrió y me besó dulcemente. ¿Por que tenía que ser tan adorable? Esa era una de las razones por las que me había enamorado de el. Me hacía sentir especial. Subí las manos a su pelo y lo acaricié. Empecé a besarle el cuello. Me acercó mas a el. Pasó sus manos por debajo de mi camiseta y me acarició la espalda. Empezó a subirme la camiseta para quitarmela..

Justo en ese momento sonó algo detrás de nosotros. Carlos se separó de mi rápidamente. Me bajé de la encimera y actué como si nada. Era el hermano de Carlos.

sábado, 10 de mayo de 2014

CAPÍTULO 23

Fui a mi casa, comí a toda prisa y me dirigí a su casa.

Llamé a la puerta y me abrió Macarena, su madre.

-Anda, hola Ana - dijo sonriendo - ¿Has venido a ver a Carlos? Pues, tengo que decirte que está un poquito rato - Esto último lo dijo bajando la voz - Sube, está en su habitación. Ha estado ahí desde que llegó

Subí a su habitación. Cuanto más me acercaba a su habitación, mas crecía el sonido de un piano. Abrí la puerta con cuidado y sin hacer ruido, y allí estaba él. Estaba tocando el piano y cantando 'She's so electric'. Entré, cerré la puerta con cuidado y me senté sobre la cama.

El no se había percatado de mi presencia. Cuando terminó de cantar se levantó y se dio la vuelta, dándose cuenta de que estaba aquí.

-¿Cuanto tiempo llevas aquí? - preguntó, sorprendido
-Desde hace un rato - dije yo, riendo - Pero estabas tan concentrado en la canción y en el piano que he decidido no interrumpirte
-Bueno y.. ¿Por qué estas aquí?
-¿Por que? ¿Molesto?

El se acercó y se sentó junto a mi.

-No es que me molestes... pero es que preferiría estar solo
-¿Es por lo que te dijo Ahinoa?
-¿Como lo sabes?
-Me lo ha dicho ella esta mañana
-Lo siento... La verdad es que no me creí lo que me dijo, pero en el fondo me dolió bastante

Carlos agachó la cabeza. 

-Y siento haber estado así de... frío y distante contigo. No se que me pasó
-Anda tonto, ya sabes que no pasa nada

Carlos me cogió de la cintura y me besó.

-¿Y si vamos a dar una vuelta?
-Vale

Fuimos a dar una vuelta por Madrid. Ya echaba de menos estos momentos, solos los dos.

El paseo trancurrió entre risas y besos. De vez en cuando Carlos me cogía de la cintura y me besaba el cuello. Que bien provocaba el maldito.

Cuando llegamos a su casa ya era casi de noche, así que Macarena decidió que lo mejor sería quedarme en casa hasta el día siguiente.

Como no tenía nada que ponerme, Macarena me dio un pijama que había sido de Coral, la hermana de Carlos.

Fui a ponerme el pijama y luego subí a la habitación de Carlos. La habitación estaba vacía, o eso creía yo. Carlos salió de detrás de la puerta y me cogió por la cintura. Empezó a darme besos por el cuello.

-No te lo esperabas ¿eh, pequeñaja? - dijo Carlos y rió
-Pues no, la verdad es que no

Me giré y le besé dulcemente.

-Y esto tampoco te lo esperabas - reí - Anda tonto vamos a dormir
-Mmm... ¿Dormir? Eso suena aburrido

Carlos me tumbó en la cama y me besó. Fue un beso dulce y lento. Simplemente perfecto. Rodeé su cuello con mis brazos y le acerqué mas a mi, cerrando el poco espacio que quedaba entre nosotros.

-Normalmente diría que te quiero - susurró en mi oído, suavemente - pero creo que eso se me quedaría corto

Sus labios empezaron a bajar  por mi cuello hasta llegar al borde de mi camiseta.

-Te amo

Metió su mano por debajo del pijama y empezó a acariciarme la espalda. Subí las manos a su pelo y acaricié su pelo. Volví a besarle, pero esta vez con mas ganas. Reí.
CAPÍTULO 22

(Narra Carlos)

Desayunamos, cogimos nuestras mochilas y fuimos al instituto. Acompañé a Ana hasta la puerta de su clase y me despedí de ella. Después me dirigí a mi clase. Ahinoa estaba en la puerta.

Ella miró la herida del labio y sonrió.

-Anda, parece que te has cruzado con mi novio, Hector - dijo ella con una risa demasiado forzada
-Espera, ¿El de ayer era tu novio? - dije yo, extrañado 
-Pues si - seguía riendo
-¿Y que le dijiste? Porque un poco mas y me saca un ojo
-Le dije que me habías forzado a besarte y a hacer... cosas

Ella seguía riendo pero la verdad es que a mi no me hacia ninguna gracia.

-Pero ¿Por qué lo hiciste? Creía que éramos amigos - dije yo
-¿Tu y yo? ¿Amigos? No me hagas reír - dijo ella
-Pero..
-Ni peros ni peras, Wein. Tu y yo no seríamos amigos ni en un millón de años
-¿Te recuerdo que fuimos novios? - dije con cierto tono de chulería
-Bueno, en cuanto a eso; Estaba muy desesperada.
-¿Ah, si? No me hagas reír.
-Pues si, y ahora vete con tu novia y tus "amigos" si es que se les puede llamar así - dijo haciendo comillas con los dedos
-¿Que quieres decir?
-¿Es que no te das cuenta? Vaya, eres mas estúpido de lo que pensaba. Mira, te lo explicaré, tu novia y tus amigos están ahí por interés - dijo poniendo énfasis en la última palabra - Ya sabes porque, al fin y al cabo eres un... famosillo. Nadie te quiere, asúmelo ya

Después de decir esto se fue a clase entre risas. No me creía nada de lo que decía, pero en cierto modo me había dolido.

.   .   .   .   .   .

(Narra Ana)

Al salir del instituto, los amigos de Carlos vinieron hacia mi.

-Eeeeh, espera - dijo uno de ellos. La verdad es que no les conocía, pero siempre veía a Carlos hablando con ellos - Perdona, pero ¿Te ha pasado algo con Carlos?
-¿Que? - dije yo extrañada - No, no me ha pasado nada ¿por qué lo dices?
-Ha estado muy raro todo el día, como muy... ausente. Ah, por cierto, yo soy Álvaro pero puedes llamarme Alv. Y estos son Dani, Alex e Iván
-Encantada yo soy Ana. Y no os preocupéis, Carlos está bien, bueno adiós - hice un gesto con la mano y me fui

Por el camino me encontré a Carlos, estaba un poco raro, con la cabeza gacha.

-¡Eh, Carlos! - dije yo y corrí hacía el

Carlos me saludó sin mucho ánimo. Me puse frente a el.

-Carlos ¿Pasa algo? Tus amigos parecían muy preocupados
-No... tranquila no me pasa nada - dijo el forzando una sonrisa
-¿Seguro?
-Seguro

Me acerqué a el para besarle, pero el se apartó bruscamente.

-Lo siento, es que... necesito pensar en una cosa - dijo el y se fue a su casa

.  .  .  .  .  .

El resto de la semana pasó igual. Carlos estaba un poquito raro. El viernes de esa misma semana, me encontré a Ahinoa en el pasillo.

-Hombre... ¿Ya no vienes con tu novio? - dijo con una risa
-Así que por tu culpa está así ¿no? - dije yo
-Pues si, ese idiota creía que podíamos seguir siendo amigos, já. Que iluso...

En ese momento me dieron ganas de darla una bofetada, pero me quedé con las ganas. Ella era bastante mas alta que yo y si la pegaba seguro que me la devolvería. Además no quería que me pusieran un parte. Al salir del instituto, decidí que iría a ver a Carlos.

Fui a mi casa, comí a toda prisa y me dirigí a su casa.